¿Qué son los protocolos de abordaje de las violencias machistas?


Redactado por: Ester Guillamet

Los protocolos son instrumentos que permiten describir y coordinar la organización de la respuesta ante situaciones de violencias machistas o LGTBI-fóbicas. Estas herramientas tienen diversas finalidades según el contexto, la temática, el alcance, o el público al que se dirigen. Pero hay una que es clave: garantizar derechos. Independientemente de su forma, todos los protocolos deben pensarse y construirse desde esta mirada.

De hecho, hay un protocolo que se considera la base de todos los demás, a nivel catalán, la biblia en materia de violencias machistas: el Protocolo Marco para una intervención con la diligencia debida en situaciones de violencia machista. Este documento establece los estándares recogidos en los convenios internacionales en el ejercicio de la responsabilidad y la obligación de prevenir y reparar las violencias machistas.

A continuación explicaremos las diferentes tipologías de protocolos en el ámbito de las violencias machistas y la diversidad LGTBIQ+ según lo indicado en el Libro blanco de las violencias machistas (2023).

Protocolos sectoriales

Los protocolos sectoriales e intersectoriales suelen ser de ámbito nacional y coordinan un sector específico profesional en concreto, como por ejemplo podría ser el ámbito de la salud, justicia, servicios sociales o educación. Estos documentos son importantes porque establecen los fundamentos básicos para una correcta definición e implementación de los protocolos que puedan surgir. Por ejemplo, el Protocolo común para la actuación sanitaria ante al violencia sexual del Ministerio de Sanidad donde han participado más de 100 profesionales de diferentes sectores y han consensuado un abordaje común para todo el territorio español. A partir de este documento, los hospitales podrán desarrollar el suyo propio.

Protocolos territoriales

Los protocolos territoriales, a diferencia de los sectoriales, se concentran en un espacio determinado (municipio, comarca, demarcación o veguería), por lo que generalmente son intersectoriales, ya que coordinan los diferentes servicios y recursos que intervienen en un territorio frente a las violencias machistas. Por ejemplo, los protocolos locales o comarcales de abordaje de las violencias machistas recogen y ordenan los servicios, recursos y agentes sociales que acompañan a mujeres, adolescentes y niños/as en situación de violencia machista. Además, en este caso, la Ley catalana 5/2008 del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista obliga a las administraciones de los distintos municipios a definir sus propios protocolos y circuitos. Algunos ejemplos de protocolos territoriales:

  • Protocol Comarcal per un abordatge amb diligència deguda de les violències masclistes al Maresme (2024). Consell Comarcal del Maresme.
  • Protocol local d’abordatge de les violències masclistes (2025). Ajuntament de Granollers.

Protocolos enfocados a una forma o ámbito concreto (violencia machista, LGBTI-fobia)

Cuando hablamos de protocolos enfocados en una forma o ámbito concreto, nos referimos a aquellos protocolos que dan respuesta a violencias específicas. Por ejemplo, los más destacados son los protocolos contra el acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral o los protocolos de ocio nocturno, pero también podemos encontrar protocolos de actuación frente a feminicidios, mutilación genital femenina o incluso violencia obstétrica y digital. Algunos ejemplos de protocolos de abordaje específico pueden ser los siguientes:

Protocolos por tipología de población

Estos protocolos están especializados en la atención a las violencias machistas según el público al que se dirigen o el tipo de población, por ejemplo: mujeres mayores, mujeres migrantes, mujeres con diversidad funcional, mujeres en situación de drogodependencia, entre otras.

Algunos ejemplos según el público al que se dirigen:

Protocolos-guía

Recientemente, algunos protocolos han evolucionado hacia los “protocolos-guía”. Estos documentos, además de definir el marco teórico, las herramientas de prevención y los circuitos de intervención, sirven como instrumento de referencia. Por ejemplo, el protocolo-guía del ámbito universitario sienta las bases para que las distintas universidades del territorio desarrollen su propio protocolo siguiendo las indicaciones del protocolo-guía.

Para lograr una correcta implementación y despliegue del protocolo, es necesario acompañarlo de un plan de difusión con materiales comunicativos pensados para distintos canales y públicos, ya sean vídeos, publicaciones para redes sociales o infografías. En algunos casos, los trípticos funcionan muy bien porque resumen todo el contenido de forma esquemática. También sería interesante incluir un conjunto de actividades formativas que acerquen las herramientas conceptuales y prácticas al conjunto de agentes involucrados en su aplicación.

En definitiva, los protocolos no son tareas sencillas ni rápidas; requieren conocimiento técnico específico. Si necesitas ayuda, en LaGroc (lagroc@lagroc.com) nos encargamos de acompañar a empresas, organizaciones y administraciones públicas en la articulación de todo tipo de protocolos.

View all posts

¿Quieres trabajar con nosotros?

Si te motiva nuestro proyecto y crees que puedes sumar tu talento a nuestro equipo, contacta con nosotros.