La palabra sororidad es uno de los conceptos más utilizados actualmente en los lemas, pancartas, eslóganes… de las manifestaciones o reivindicaciones feministas. Se ha convertido en una consigna que se extiende y apela a las mujeres a unirse y apoyarse frente a una cultura aún patriarcal y donde subsisten enquistadas las discriminaciones[1].
En el artículo de este mes, queremos indagar sobre este concepto y reivindicarlo como una estrategia poderosa.
Historia del concepto
El término sororidad lo emplea por primera vez en letra impresa Miguel de Unamuno en los primeros meses de 1921[2]. Por un lado, el 12 de marzo de ese año publicaba un artículo en el seminario de Buenos Aires Caras y Caretas titulado Sororidad. Ángeles y abejas. Allí, al reflexionar sobre Antígona, la tragedia de Sofócles, reflexionaba así:
«Y Antígona queda como el eterno modelo de la piedad fraternal y del anarquismo femenino. ¿Fraternal? No; habría que inventar otra palabra que no hay en castellano. Fraternal y fraternidad vienen de frater, hermano, y Antígona era soror, hermana. Y convendría acaso hablar de sororidad y de sororal, de hermandad femenina. En latín hay el adjetivo sororius, a, um, lo que es de la hermana, y el verbo sororiare, crecer juntamente. ¿Sutilezas lingüísticas? No, sino algo más. Que así como matria no quería decir lo mismo que patria, ya que tampoco maternidad es igual que paternidad, no sería la sororidad lo mismo que la fraternidad. Una hermana no es un hermano» .
Por otra parte, en el prólogo a su novela La tía Tula (1921), también hacia uso de la palabra precisamente para resolver una carencia léxica con la que nombrar la fraternidad entre mujeres. Unamuno ya mostraba, además, extrañeza por su ausencia[3].
Una ausencia que se prolongó… La historia de la difusión de la palabra sororidad vendrá unida, décadas más tarde, a la politización de su entidad e identidad, y al movimiento feminista[4].
En la literatura feminista se suele situar el inicio de la palabra sisterhood a finales de la década de los sesenta del siglo XX, en torno al grupo de mujeres neoyorkinas conocidas como «Mujeres radicales de Nueva York». Una de ellas, Susan Brownmiller, firmaba el 15 de marzo de 1970 un artículo que titulaba Sisterhood is powerful. Ese mismo año, otra de ellas, Robin Morgan, publicaba una antología ensayos feministas bajo el título Sisterhood Is Powerful: An Anthology of Writings from the Women’s Liberation Movement[5]. En uno de estos ensayos ya afirma que: «Sisterhood is poweful, global, forever»[6].
También, las primeras alusiones a sisterhood se vinculan a Kate Millet y a su obra Sexual Politics, que utiliza el concepto de sororidad para nombrar la unión de todas las mujeres «sin hacer distinción de clases sociales u origen étnico«[7].
El feminismo francés tradujo después la palabra sisterhood como sororité, utilizando el latín soror, sororis, que alude a hermana[8]. La palabra sigue el mismo patrón que fraternidad, cuya raíz latina es fraterno (hermano), pero en este caso, la raíz sería soror (hermana). Se alude de esta manera a la relación entre iguales de las personas del sexo femenino siguiendo el mismo patrón lingüístico que fraternidad[9].
Por lo tanto, aunque la existencia de la palabra sororidad debería ser tan antigua como la de fraternidad, no es hasta la segunda ola del feminismo que este término toma relevancia política[10], donde la sororidad se planteó como una alternativa a la rivalidad entre mujeres propiciada por el patriarcado[11]. La sororidad como superación de la relación más opresiva de todas, que es la relación real, simbólica, imaginaria y fantástica, que mantiene un vínculo desigual y asimétrico entre las mujeres[12].
¿Y qué entendemos por sororidad?
La sororidad constituye una palabra joven y se enmarca dentro de un profundo significado ético, político y reivindicativo. La sororidad está definida como la relación de hermandad y solidaridad entre las mujeres para generar redes de apoyo que empujen cambios sociales[13]. El concepto de sororidad no describe simplemente un elemento de relación entre mujeres, sino que representa un proceso dentro de los vínculos entre mujeres caracterizado por asumir una posición política[14].
Marcela Lagarde, una de las principales constructoras e impulsoras del término sororidad actualmente, nos define la sororidad como: «La sororidad es una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencia y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para conseguir el poderío genérico de todas y el empoderamiento vital de cada mujer«[15].
La sororidad implica una posición política de apertura hacia las mujeres, de reconocimiento, reciprocidad, acción colectiva y transformación. Hay que tener en cuenta que no es un concepto que hermana a todas las mujeres en una especie de sociedad utópica en la que la armonía es el elemento primordial para la convivencia. Sino que el concepto de sororidad, ya reconoce, que se trata también de conflicto, de encuentros, de negociación y de acuerdos; fases en las que inevitablemente se presenta el desacuerdo y un constante diálogo permite poner en común las inquietudes, los objetivos, las formas de organización y también la estructura que tendrán las estrategias de protesta y logro de objetivos.[16]
bell hooks plantea que desafiar y modificar el pensamiento sexista de las mujeres es el primer paso hacia la creación de una sororidad poderosa, una potente hermandad de mujeres[17]. La sororidad exige de nosotras revisar nuestra misoginia; cada una tiene que ir descubriendo, donde, como se nos aparece, como nos legitima para hacer daño a las demás[18].
La solidaridad política entre mujeres expresada en la sororidad va más allá del reconocimiento positivo de las experiencias de las mujeres e incluso de la afinidad por los sufrimientos comunes. La sororidad feminista está arraigada en el compromiso compartido de luchar contra la injusticia patriarcal, sin importar la forma que tome esta injusticia. hooks pone mucho énfasis en que la sororidad no es posible si las mujeres individualmente no están dispuestas a desprenderse de su poder para dominar y explotar a grupos subordinados de mujeres. Es decir, si las mujeres utilizan su poder de clase o de raza para dominar a otras mujeres, es imposible alcanzar plenamente esta sororidad[19].
Por lo tanto, la sororidad es una alianza, un pacto político entre mujeres, que constituye uno de los grandes avances del movimiento feminista, al reconocer, respetar y valorar que no existe un solo tipo de mujer, las mujeres somos diferentes. Y a pesar de las diferencias, las mujeres forjamos alianzas y redes con la finalidad de tejer sueños y construir nuevas realidades enmarcadas en los derechos humanos y la cultura de paz desde las comunidades, incentivando el empoderamiento, autoestima y liderazgo de cada mujer, enriqueciéndose de las diferencias, al entender que cada mujer tiene una historia, experiencias y prácticas que la han fortalecido.[20]
[1] Portillo, N. C. y López, E. D., 2021. La sororidad: desde uno neologismo hasta una auténtica forma de apoyo social. XVII Jornadas y VII Internacional de Comunicaciones Científicas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas, pp. 316-318.
[2] Atienza, Á., 2022. Historia de la sororidad, historias de sororidad. Manifestaciones y formas de solidaridad femenina en la Edad Moderna. Madrid: Marcial Pons
[3] Atienza, Á., 2022. Historia de la sororidad, historias de sororidad. Manifestaciones y formas de solidaridad femenina en la Edad Moderna. Madrid: Marcial Pons
[4] Atienza, Á., 2022. Historia de la sororidad, historias de sororidad. Manifestaciones y formas de solidaridad femenina en la Edad Moderna. Madrid: Marcial Pons.
[5] Atienza, Á., 2022. Historia de la sororidad, historias de sororidad. Manifestaciones y formas de solidaridad femenina en la Edad Moderna. Madrid: Marcial Pons.
[6] Morgan, R., 2003. Sisterhood is forever: The Women’s Anthology for a New Millennium. Nueva York: Washington Square Press.
[7] Cámara, J., 2017. Sororidad y conciencia femenina: qué hermandad de mujeres para qué propuesta política. Viento sur [en línea]. Disponible en: https://vientosur.info/sororidad-y-conciencia-femenina-que-hermandad-de-mujeres-para-que-propuesta/
[8] Portillo, N. C. y López, E. D., 2021. La sororidad: desde uno neologismo hasta una auténtica forma de apoyo social. XVII Jornadas y VII Internacional de Comunicaciones Científicas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas, pp. 316-318.
[9] Atienza, Á., 2022. Historia de la sororidad, historias de sororidad. Manifestaciones y formas de solidaridad femenina en la Edad Moderna. Madrid: Marcial Pons
[10] García, A. E. y Viñas, P., 2015. La sororidad, concepto clave del feminismo. Segundo Congreso Internacional de Transformación Educativa. Disponible en: https://transformacion-educativa.com/2do-congreso/ponencias/Eje-4/L1-87.html
[11] Portillo, N. C. y López, E. D., 2021. La sororidad: desde uno neologismo hasta una auténtica forma de apoyo social. XVII Jornadas y VII Internacional de Comunicaciones Científicas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas, pp. 316-318.
[12] Hinojosa, R., Barrón, V., Cázares, M. L. M., De la Cruz, A. R., Silva, S., Villarreal, M. E. y Zapata, V., 2021- La sororidad desde práctica. A: Islas, P., Domínguez, C. T. y Sandoval, F., 2021. Sororidad Intercultural. Aprendizajes y experiencias (pp. 17-40). Chihuahua, México: Red de Investigadoras Educativos Chihuahua
[13] Portillo, N. C. y López, E. D., 2021. La sororidad: desde uno neologismo hasta una auténtica forma de apoyo social. XVII Jornadas y VII Internacional de Comunicaciones Científicas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas, pp. 316-318.
[14] Prado, M., 2020. Sororidad. Una estrategia para la participación política de las mujeres mexiquenses. México: Partido Revolucionario Institucional.
[15] Marcela Lagarde, Ponencia Pacto entre mujeres. Sororidad, Madrid, 10 de octubre de 2006, disponible en: https://e-mujeres.net/wp-content/uploads/2016/08/pacto_entre_mujeres_sororidad.pdf
[16] Prado, M., 2020. Sororidad. Una estrategia para la participación política de las mujeres mexiquenses. México: Partido Revolucionario Institucional.
[17] hooks, b., 2017. El feminismo es para todo el mundo. Madrid: Traficantes de sueños.
[18] Lagarde, M., 2009. La política feminista de la sororidad. Mujeres en Red [en línea]. Disponible en: https://www.mujeresenred.net/spip.php?article1771
[19] hooks, b., 2017. El feminismo es para todo el mundo. Madrid: Traficantes de sueños.
[20] Baiz, R. A. J., 2019. Sororidad: tejiendo sueños y construyendo realidades. A: Alonso, A. y Langle, T., 2019. La hora del liderazgo feminista. Red Global Cátedras UNESCO en Género [en línea]. Disponible en: https://catedra.pucp.edu.pe/unesco/wp-content/uploads/2019/07/Ebook-The-Time-is-Now-Definitivo_compressed-1.pdf#page=32