La sociedad de la información, la globalización y las nuevas tecnologías han modificado las formas de relación entre personas[1] y han dado lugar a un nuevo tipo de violencia tipificada como violencia digital[2].
Violencia machista
En la actualidad, las violencias machistas siguen muy presentes en nuestro día a día. Entendemos por violencia machista todas aquellas violencias que tienen su origen en una visión estereotipada de los géneros y en las relaciones de poder que comporta o en las que se basa. Debido a esto, las violencias machistas afectan principalmente y con más fuerza a las mujeres y a las personas no normativas (lesbianas, bisexuales, homosexuales, trans, queer… ). Sin embargo, también pueden ser objeto de estas violencias sujetos inscritos en el género masculino[3].
Gracias a la sociedad de la información y las nuevas tecnologías, la violencia machista ha encontrado en las redes un ámbito más para ejercer el control, el dominio, el abuso y el maltrato, amparados por el anonimato, la accesibilidad, inmediatez, virilidad y sobreexposición[4].
Violencia machista digital
Pero, ¿qué entendemos por violencias machistas digitales o por violencias machistas que se expresan digitalmente? Podemos definirlas como actos de violencia machista que se han cometido, instigado o agravado, en parte o completamente, mediante el uso de las TIC, a través de teléfonos móviles, Internet, plataformas de redes sociales o correo electrónico[5].
Hay que tener en cuenta, que las violencias machistas en línea son una continuación de las violencias que sufren las mujeres y las niñas, así como otras personas no normativas, fuera del entorno tecnológico.
Lilia Giugni (2019)[6] señala cinco aspectos claves con relación a las violencias digitales:
- Es una cuestión de género. Las violencias digitales están muy marcadas por el género. Las experiencias de las personas vividas en femenino o las mujeres son, cualitativa y cuantitativamente, muy diferentes del resto. Por ejemplo, según las Naciones Unidas, las mujeres en todo el mundo tienen 27 veces más probabilidades de ser atacadas en Internet que los hombres. El acoso digital que viven las mujeres es extremadamente sexualizado y abiertamente motivado por su sexo.
- Requieren un abordaje interseccional, las personas de colectivos minoritarios son especialmente vulnerables a esta violencia y como sucede con las violencias machistas, las formas sexistas, racistas y otras formas de intolerancia o abuso se cruzan con frecuencia.
- La violencia digital es particularmente grave para las mujeres que ocupan roles públicos, que tienen alguna presencia pública (periodistas, políticas, activistas…).
- Se requiere un enfoque multinivel para abordar la violencia machista digital. Aunque es evidente que falta legislación sobre el tema, no es suficiente con legislar. Es necesario capacitar al personal encargado de hacer cumplir la ley, personal educativo y las familias para reconocer y abordar este tipo de violencia. También, las empresas tecnológicas deben adoptar mecanismos más efectivos para informar, moderar y eliminar material inapropiado.
- Cualquier esfuerzo para abordar el abuso en línea debe incluir apoyo para las víctimas o personas en riesgo.
Dentro del paraguas de violencia machista digital nos podemos encontrar con diferentes tipos de agresiones, que se detallan en la infografía que encontraréis más adelante, pero que de forma genérica, se clasifican en 3 tipos[7]:
- Violencias machistas digitales en general, con discursos muy machistas. Las personas agresoras buscan menospreciar a las mujeres, aislarlas, silenciarlas, controlarlas, amargarlas y deprimirlas. También intentan «disciplinar» a las mujeres y hacer que retornen a sus roles «tradicionales».
- Violencias machistas digitales que tienen un alto componente tecnológico, que buscan ampliar o aumentar las violencias de la anterior tipología. Requieren ciertos conocimientos técnicos más o menos sofisticados y el objetivo es hacer virales los mensajes e incluso, pueden convertirse en massivos.
- Violencias machistas digitales de carácter sexual, que buscan dañar, abusar y agredir sexualmente a las mujeres, además de controlar sus cuerpos, sexualidad y disfrute.
Imagen: Clasificación de las violencias machistas digitales

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos proporcionados por Luchadoras, SocialTIC i APC, disponibles en: https://violenciadigital.tedic.org/es/b/guia/tipos-de-violencia-de-genero-digital/
Ponemos cifras
El primer problema al que nos enfrentamos a la hora de analizar la incidencia de la violencia machista digital en España es la escasez de estadísticas. La falta de estadísticas es debida a la dificultad de medir y cuantificar un fenómeno tan complejo. Además, en la mayoría de los países estas acciones de violencia digital no están tipificadesde como delitos, de ahí que los datos policiales o judiciales sean muy limitados[8].
Sin embargo, recuperamos los principales datos de los que disponemos. En el estado español, un informe de Amnistía Internacional de 2017 recoge que una de cada cinco mujeres han sufrido agresiones machistas en las redes sociales. Los datos más actuales, los encontramos en la Macroencuesta de Violencia contra las mujeres de 2019 realizada por la Delegación del Gobierno español contra la violencia de género. La encuesta muestra que el 40,3% de las mujeres ha sufrido acoso sexual en línea en algún momento de su vida. De ellas uno:
- 18,4% ha recibido insinuaciones inapropiadas, intimidatorias u ofensivas en las redes sociales
- 15,9% ha recibido correos electrónicos, mensajes de WhatsApp o de texto sexualmente explícitos e inapropiados, y
- 24,9% ha recibido comentarios ofensivos o incómodos sobre su cuerpo o su vida en redes sociales.
En paralelo a estos datos, el Estudio sobre la Cibercriminalidad 2019 del Ministerio del Interior español señala que desde 2016 el número de delitos sexuales en línea ha aumentado un 34%[9].
Retos
Frente al incremento de las violencias machistas que se perpetran o se agravan en el mundo digital, recientemente diversas normativas se han modificado, como es el caso de la ley catalana en materia de violencias machistas (Ley 17/2020) para incorporar las violencias machistas digitales.
Sin embargo, a pesar del reconocimiento legislativo, aún queda mucho camino por recorrer para conocer el alcance de las violencias machistas en línea dentro de una sociedad que empra y se relaciona cada vez más a través de las TIC, las redes sociales y los dispositivos móviles.
Para terminar, algunos elementos positivos: el KIT Contra las violencias machistas en línea, desarrollado por Donestech y Núria Vergés y un nuevo servicio piloto de atención en línea de las violencias digital de FemBloc.
[1] Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, 2014. El ciberacoso como forma de ejercer la violencia de género en la juventud: un riesgo en la sociedad de la información y del conocimiento. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Centro de Publicaciones.
[2] Sandova, F. R., De la Rosa, D. y Aguilar, V. D., 2021. La Ley Olimpia: una estrategia contra la violencia patriarcal en la era digital. En: Rózga, R. E., Serrano, S. E. y Mota, V. E., 2021. Innovación, turismo y perspectiva de género en el desarrollo regional. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
[3] Biglia, B. y Jiménez, E., 2015. Jóvenes, género y violencias: hagamos nuestra la prevención. Guía de apoyo para la formación de profesionales. Tarragona: Publicaciones Comenius
[4] Estébanez, I., 2018. La ciberviolencia hacia las adolescentes en las redes sociales. Andalucía: Instituto Andaluz de la Mujer.
[5] Serra, L., 2018. Las violencias de género en línea. Barcelona: Pikara.
[6] Giugni, L., 2019. Five things you should know about digital gender-based violence (DGBV), anb days to curb it. University of Cambridge [en línea]. Disponible en: <https://www.jbs.cam.ac.uk/insight/2019/five-things-you-should-know-about-digital-gender-based-violence/>.
[7] Vergés, N., 2020. KIT Contra las violencias machistas on-line. Barcelona: Donestech.
[8] Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, 2022. Violencia digital de género: una realidad invisible. Policy brief para abordar su impacto en la sociedad. Madrid: Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
[9] Borrella, S., 2020. #Peraquíno pasamos. La Directa [en línea]. Disponible a: <https://directa.cat/peraquinopassem/>